lunes, 4 de enero de 2010

Corazón colchonero

Igual que si fuera el gol que vale un título, igual que si fuera un gol que vale una salvación, igual que si fuera un gol que te da el pase a la final... esa fue la emoción que se vivió en el Calderón el sábado. Este hecho tiene dos caras, el público va al Calderón con la creencia de que solo se aspira a la salvación (no creo que sea esta opción ), o simplemente ocurrió esto porque el Calderón es mágico, único, emotivo...me decanto por esta opción. Apreció el coraje de esa afición, no se merecen estar ahi, y cuando veo el gol de Iniesta en Stamford Bridge, y veo el de Antonio López no encuentro la diferencia, un gol que vale 3 puntos en un partido de mitad de temporada, con uno que vale el pase a una final de la champions, solo me viene la cabeza una explicación, que mágico es el Atlético.
Con Quique no aprecio ninguna mejoría en el equipo, es más, es aún más conservador que sus sucesores. El sábado, con uno más, siempre tuvo 6 hombres por detrás del balon hasta cuando atacaban, es de entender, no se fía ni un pelo de su defensa, cuando estás abajo no sale nada y todo es negativo. Forlán no es ni la sombra de lo que era, ya no es que no meta goles (el sábado tuvo 3 claras), es que ya no es esa futbolista que bajaba al centro del campo a echar una mano, que intervenía en todas las acciones, que chutaba a puerta siempre que tuviera oportunidad,es decir,ya no es Forlán. ¿ Y Raúl García? No recuerdo del partido del sábado que le diera mas de un toque al balón, y no lo digo por alabarlo como si dijera que movió con criterio y facilidad a su equipo, es que cada balón que tocó fue para librarse de él. La única alegría para el Calderón son esos minutos de oro del Kun, Forlán, Simao,Jurado... Reyes,esos minutos en que estos se asocian y juegan al fútbol son de apogeo total. Futuro gris para el Atlético, muchas cosas deberán cambiar, ya no solo por el fútbol al que juega, es que no están ni cerca de la UEFA, y mucho tiene que cambiar para que al final de temporada esten ahí.
Mientras, el hijo pródigo que se fue del pueblo para estudiar una carrera, sigue batiendo recórds en Anfield, el jugador que menos partidos tardó en llegar a los 50 goles,casi nada.